
¡Qué clases de seres somos! Tenemos que creer sumergidos en el paso del tiempo. Llegamos a la madurez, nos enriquecemos sólo mediante la renuncia a una hora y a la otra. (…) Mientras caminamos nos llega el susurro de una voz en alas del viento que cortamos; pero si nos detenemos para oírla mejor, la voz se convierte en silencio. El tiempo es a la vez amenaza y promesa maravillosa: avanza, nos dice, ¡de lo contrario no vendrás conmigo! ¡Avanza, muestra tus manos vacías, de lo contrario no te las podré llenar!
El corazón del mundo, Hans Urs von Balthasar.
Me siento identificado, la vida pasa veloz, nuestro hijos crecen y nos quedamos solos, pensamos que la riqueza nos ayudara y pienso en parte que si, pero el estar contigo mismo bien y amados por lo divino que nos rodea. Los dibujos que he visto algunos me transmiten ilusion, cobijo, curiosidad y la inocencia .
🙂